Quizás el nombre de Frances Allen no sea muy conocido entre el gran público, pero para los entendidos, ella fue quien «allanó el camino para las aplicaciones eficientes y ultrarrápidas de hoy», y quien «ayudó al hardware a comprender al software».
Así lo explica en un artículo Cade Metz, autor y periodista de Tecnología de The New York Times.
Por su parte, Janet Abbate, profesora asociada del departamento de Ciencia y Tecnología de la Sociedad en la Universidad Politécnica de Virginia (EE.UU.) y autora de Recoding Gender: Women’s Changing Participation in Computing («Recodificar el género: la participación cambiante de las mujeres en la informática»), se lo dice así a BBC Mundo:
«Cada vez que usas una aplicación que te responde instantáneamente, Fran Allen es una de las personas a la que puedes agradecer esa experiencia sin esfuerzo».
Pasaron 40 años antes de que a una mujer se le otorgara el Premio Turing, considerado como el Nobel de la computación. El primero fue entregado en 1966 y fue en 2006 cuando se le otorgó a la primera mujer: Frances Allen (1932-2020).
El trabajo de Allen se refleja en «casi todos los sistemas de software que cualquier persona usa: cada aplicación, cada sitio web, cada videojuego o sistema de comunicación, cada computadora del gobierno o de un banco, cada computadora dentro de un automóvil o de un avión», explicó Graydon Hoare, creador del lenguaje de programación Rust, en el artículo de Metz.
Por: Margarita Rodríguez
BBC News Mundo