Minoristas, paradas de camiones, lavanderías y otros negocios piden al gobierno que “ponga en movimiento las monedas”, puesto que su circulación ha bajado considerablemente.
Un grupo de asociaciones comerciales que representan a empresas individuales, incluidos bancos, tiendas minoristas, paradas de camiones, tiendas de comestibles y más, solicitó al Departamento del Tesoro más ayuda para convencer a los estadounidenses de que vuelvan a poner las monedas en circulación.
Las consecuencias de la desaceleración de la circulación afectan a las personas que no tienen la capacidad de pagar los artículos electrónicamente, dicen.
“Si los minoristas no pueden ofrecer cambio para compras en efectivo, los consumidores que dependen del efectivo serán vulnerables”, dijeron las asociaciones en una carta.
Por ejemplo, las personas que lavan la ropa en tapetes de lavandería que funcionan con monedas podrían tener más dificultades para encontrar cambio para lavar su ropa. Y en una escala mayor, las personas que no tienen acceso a efectivo no pueden patrocinar ciertos negocios que solo utilizan tarjetas.
Falta de circulación de monedas
No es una escasez de monedas la que enfrenta Estados Unidos, sino una falta de circulación.
“No podemos salir de este problema con la impresión”, explicó Austen Jensen, vicepresidente senior de asuntos gubernamentales en la Asociación de Líderes de la Industria Minorista.
Este grupo, junto con la Asociación Estadounidense de Banqueros, la Asociación Nacional de Tiendas de Conveniencia y la Asociación Nacional de Tiendas de Comestibles, está tratando de satisfacer la demanda de los consumidores y por ello pide una nueva campaña pública para aumentar la circulación de monedas.
Jensen comentó que su grupo también alienta a los minoristas miembros a encontrar formas creativas de lidiar con la escasez de monedas, incluido el redondeo de compras para promociones de caridad. Y dice que las empresas con múltiples ubicaciones podrían enviar monedas de una tienda a otra.
El coronavirus cambió los hábitos de compra
Esta no es la primera vez durante la pandemia que surge el problema de la baja circulación de monedas.
El coronavirus modificó los hábitos de compra de los consumidores y cambió el uso en gran medida a tarjetas de plástico, lo que llevó a una falta de circulación al punto de que, en julio de 2020, la Reserva Federal restringió los pedidos de monedas por parte de instituciones financieras.
La Reserva Federal también convocó un Grupo de Trabajo de Monedas, compuesto por representantes de varias agencias federales, lo que condujo a una campaña que animaba al público a poner monedas en circulación.
En febrero, el grupo de trabajo emitió un informe sobre el estado de las monedas, que decía que los bloqueos por la pandemia desaceleraron las pequeñas transacciones que generaron cambios y hubo una aversión temporal al efectivo por razones higiénicas percibidas. El informe también indicó que la Reserva Federal y la Casa de la Moneda contrataron a un consultor externo para revisar la cadena de suministro de monedas.
Los volúmenes de depósito de monedas comenzaron a aumentar gradualmente a partir del verano de 2020, pero las empresas dicen que el problema ha vuelto a surgir ya que las personas han dejado de usar monedas y se han apegado a las tarjetas de plástico.
Las personas sin cuenta bancaria, los más afectados
El problema ha tenido el mayor impacto en las personas que no tienen cuentas bancarias. Se estima que el 22 por ciento de los estadounidenses estaban “no bancarizados” o “subbancarizados” en 2019, según la Reserva Federal.
El Departamento del Tesoro aún no ha respondido a la carta. El gobierno alienta a las personas a ayudar a que las monedas se muevan, promoviendo su gasto en minoristas, llevándolas a sus bancos y cooperativas de crédito, o usando un quiosco de reciclaje de monedas, como los que pueden encontrarse en algunas tiendas de comestibles.