Nicaragua es el país más impune de Centroamérica y el tercero en Latinoamérica, ocupando el puesto 38, solo superado por Venezuela que se ubica en el 11 y Haití en el 15, según el Primer Atlas de la Impunidad Mundial, publicado el 17 de febrero, con el apoyo analítico de Eurasia Group.
El documenta presenta una evaluación cuantitativa sobre la impunidad, en donde destacan los indicadores independientes en cinco sitios de la sociedad, entre los que están gobernanza irresponsable, abuso de los derechos humanos, conflicto, explotación económica y degradación ambiental. Además, puntúa y clasifica el nivel de impunidad en 163 países.
A nivel de la región centroamericana, Nicaragua, gobernada por los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, se ubica como la peor evaluada con un puntaje de 38, seguido por Guatemala (40); Honduras (50) y El Salvador (73).
En cambio entre los países que tienen menos impunidad se sitúan Panamá (114) y Costa Rica, con una calificación de 131, siendo la dimensión mejor evaluada.
Nicaragua se posiciona como la nación con peor puntuación en el istmo en las dimensiones de gobernabilidad (14) y abuso a los derechos humanos, con 36 puntos. Los números que peor califican al gobierno de Ortega se basan en los abusos de poder cometidos a raíz de las protestas sociales de 2018 que dejaron a más de 300 asesinados, según organismos de derechos humanos, agregándole a esto las detenciones arbitrarias y condenas por delitos inventados.
La crisis que económica que vive el país también le da una puntuación alta de impunidad a la dictadura orteguista, ya que la migración ha sido masiva no solo por temas políticos, sino la falta de oportunidad de empleo y el encarecimiento de la vida.
Por otro lado, al gobierno sandinista se le acusa de otro crimen de lesa humanidad, luego que desterró y despojó de la nacionalidad a 222 exreos políticos que mantuvo presos en diferentes cárceles de Nicaragua, extiendo la lista de «apátridas» a 317, luego de despojar a otros 94 ciudadanos, entre los que están defensores de derechos humanos, periodistas, activistas, feministas y sacerdotes.
Pr su parte, Afganistán, Siria y Yemen encabezan la lista con la puntuación de impunidad más alta, con Finlandia, Dinamarca y Suecia clasificando con las puntuaciones de impunidad más bajas.
El estudio también destaca las formas en que la impunidad socava las sociedades democráticas y la rendición de cuentas se manifiesta en los sistemas no democráticos. Las variaciones en la impunidad se reducen en última instancia a la política, el liderazgo y las opciones de política.
El Atlas está presidido por una junta asesora global externa e independiente compuesta por expertos y activistas de derechos humanos, exdiplomáticos y exfuncionarios gubernamentales con una variedad de perspectivas regionales y políticas.